Transporte marítimo bajo presión
la industria atraviesa una tormenta perfecta. Empezó con la llegada de la pandemia y el cierre de plantas de producción en centros de fabricación como Malasia, Tailandia o Vietnam. Países de todo el mundo concentraron los pedidos en China, que mantuvo rápido los brotes bajo control y cuenta con ocho de los diez puertos más importantes del mundo. Luego, las economías se reabrieron y aumentó la demanda, pero el ritmo de carga de los puertos chinos se interrumpió porque en el gigante asiático no había suficiente energía para alimentar a las fábricas, los controles portuarios se volvieron cada vez más duros con los nuevos brotes y la llegada los tifones de verano tampoco ayudaron. La situación actual en el caso de China, es que sigue sufriendo la escasez de contenedores, hecho que se da en medio de una fuerte demanda de exportaciones. Con Norteamérica y Europa produciendo menos productos para la exportación, los contenedores vacíos se acumulan en sus puertos, retrasando su regreso a Asia y provocando escasez la consabida escasez de equipos en China.
Por otro lado, el estrecho de Singapur, una de las vías navegables más transitadas del mundo, actualmente está repleto de buques que esperan durante días o semanas para atracar en el puerto. Durante años, los buques han anclado en aguas al este del Estrecho mientras esperan para atracar, creyendo que están en aguas internacionales y que, por tanto, no son responsables de ninguna tasa portuaria. Ahora el aumento de los buques anclados en aquella área puso en alerta a las autoridades de Indonesia. Una docena de armadores dicen haber sido obligados a efectuar pagos para liberar los buques retenidos por la marina.
En Estados Unidos se mantiene el exceso de buques frente a los puertos de Los Ángeles y Long Beach, y además se sumó la disposición de que deberán esperar un sitio de atraque en una posición casi siete veces más lejos de lo permitido actualmente. Esto con el fin de mejorar la calidad del aire y la seguridad en la zona. Es así como a partir del 16 de noviembre, los buques que esperen para recalar en ambos puertos tendrán que esperar a unas 150 millas de la costa. La espera media aumentó a 16,9 días, el doble que hace dos meses. Por otra parte, ANL y CMA CGM informaron que transferirán a los clientes la Tarifa por Exceso de Estadía de Contenedores impuesta por los Puertos de Los Angeles y Long Beach, junto con cualquier costo asociado.
En Chile, según datos de la Cámara Portuaria y Marítima de Chile (Camport) las interrupciones logísticas seguirán presentes durante todo 2022, lo que seguirá impactando sobre el precio de los productos importados y de los fletes. Los costos se han multiplicado por cinco y los plazos se han duplicado. Los puertos reciben la carga, la bajan, la acopian y la entregan, funcionando en tres turnos. Las marejadas obligan al cierre de puertos entre el 15% a 25% del tiempo total. El presidente de Camport, Daniel Fernández, opina que se necesitan actualizar los estudios de maniobrabilidad para determinar cómo se opera con naves más grandes y condiciones climáticas más desfavorables. Además agrega que por razones de seguridad, los camioneros han dejado de trabajar el tercer turno, que se realiza durante la noche. Estos problemas de seguridad, como asaltos y robos, se registran en todo el país. Es necesario avanzar en mejorar la cadena logística terrestre maximizando la cantidad de trenes y dotar de mayor seguridad al transporte que realizan los camiones.
Finalmente, las tensiones en las cadenas de suministro se han convertido en un lastre económico para las economías del mundo, ya que las interrupciones ejercen una presión al alza sobre la inflación, al tiempo que ponen de manifiesto la escasez de trabajadores, incluidos camioneros y personal en los centros de almacenamiento. Ante este escenario sugerimos realizar sus pedidos con anticipación. No duden en consultarnos para encontrar juntos soluciones. ¡Estamos para ayudarlos!
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