¿Qué implicará la «segunda ola» de COVID-19 para el crecimiento de la economía mundial?
Analizar las «Perspectivas Económicas Mundiales» publicada por el FMI en octubre resulta especialmente importante, ya que la pandemia de Covid-19 parece estar comenzando su segunda ola, al menos en Occidente. En la primera entrega de este informe bianaual, en abril (número 17 de 2020), el FMI escribió: «La pandemia Covid-19 ha empujado al mundo a una recesión. Para el 2020 será peor que la crisis financiera mundial. El daño económico está aumentando en todos los países, siguiendo la pista del agudo aumento de nuevas infecciones y las medidas de contención puestas en marcha por los gobiernos».
El informe pronosticó una contracción del PIB mundial del 3% para el 2020, que el FMI dijo que sería la peor contracción del PIB mundial desde la gran depresión de 1929. Al mismo tiempo, la OCDE sólo observó una desaceleración en el crecimiento del PIB mundial, previendo un modesto crecimiento del +1,5%. Fue la primera vez que ambas organizaciones emitían predicciones muy diferentes.
En abril, muchos países estaban en medio de cuarentenas para salir de ellas en mayo, en su mayoría. Ahora pareciera ser que hay dos categorías de países: los que parecen haberse librado de la epidemia y los que están experimentando una segunda ola.
Había un indicador principal de esto: la clasificación de los países en las muertes relacionadas con el Covid-19 por millón de personas. Es fácil ver que el mundo está compuesto por países con un alto número de muertes por millón de personas donde la «segunda ola» se está desarrollando, y otros con un bajo número de muertes por millón donde por ahora no hay una “segunda ola».
Es importante tener esto en cuenta para la previsión del PIB mundial en 2020. Lo que también es importante es tener en cuenta que hasta ahora el número de muertes atribuidas a la pandemia de Covid-19 es de 1,2 millones. Esto es el 0,015% de la población mundial, lo que sin embargo ha mantenido a la mayoría de los gobiernos en modo de pánico con las consecuencias económicas resultantes conocidas.
Informe de octubre
El FMI prevé ahora que el PIB mundial se contraerá un -4,4% en 2020, por debajo de su previsión anterior de -3,0% en abril. Esto le seguirá un crecimiento más débil de lo que se había previsto anteriormente, un 5,2% en 2021. Encadenando estas dos tasas de crecimiento se observa que, si el FMI tiene razón, el PIB mundial a fines de 2021 será sólo del 0,57% más alto que a finales de 2019.
No obstante, esta imagen global está ocultando la situación localizada. Para algunos países, el año 2020 será testigo de una historia de horror. El Banco Nacional Francés prevé una contracción del 8,7% del PIB francés en 2020, con un crecimiento del 7,4% en 2021 y del 3% en 2022. Una vez más, encadenar estas tasas significa que el PIB francés de 2022 sólo será un 1% más alto que en 2019.
Las últimas previsiones para el Reino Unido, que experimentará las consecuencias del Covid-19 más Brexit, son de un promedio de -10,2% para 2020 y un pobre +5,2% para 2021. Por el contrario, las previsiones para China son de un promedio de +1,9% en 2020 – el único país del mundo que se espera que muestre un crecimiento en 2020 – y un 8,2% en 2021.
Cabe señalar que esta vez el FMI y la OCDE prevén cifras similares, y la OCDE en su Perspectiva Económica de septiembre pronostica un -4,5% para 2020 (frente a un -4,4% del FMI) y un +5% para 2021 (frente a un +5,2% del FMI).
En esta etapa, tal vez sea útil utilizar dólares en lugar de porcentajes. La previsión del FMI de -4,4% para 2020 significa que US$3.872 millones – el PIB mundial es de US$88.000 millones- ¡se habrán perdido de la economía mundial a finales de año! Ese número está justo por debajo del PIB de Alemania. A mediano plazo, es decir, más allá de 2021, el FMI fija la tasa de crecimiento en un promedio del 3,5% anual, lo que está muy por debajo de la tasa de rebote de 2021.
Riesgo material
Por supuesto, la exactitud de todas estas previsiones está condicionada a que no se materialicen varios riesgos. De hecho, las perspectivas siguen siendo extremadamente difíciles de evaluar, ya que ellas dependen del: Comportamiento del virus, las políticas que se aplicarán, el comportamiento de la gente, la confianza en los negocios
El principal impulsor es, por supuesto, el comportamiento del virus. En el momento en que el FMI escribió el informe de octubre, la gravedad de la «segunda ola», aunque en un número limitado de países, todavía no era evidente. Estamos a principios de noviembre y la mayor parte de Europa está de vuelta ya sea en una cuarentena total o, en el mejor de los casos, en una versión ligera de ella. La mayoría de los países han fijado la duración de esta segunda cuarentena inicialmente en un mes, pero es muy poco probable que los diversos cierres se levanten después de tan corta duración. Un mes y medio – o más realistamente 2 meses – parecen más probables, como con la primera ola.
La mitad del mundo que esté bloqueada durante otros dos meses podría ver que el crecimiento real del PIB mundial en 2020 termine bastante más cerca del -6% que el previsto de un -4,4%.
¿Políticas de estímulo?
Hasta ahora se ha hablado mucho y se ha hecho muy poco, y en cualquier caso esto tendrá lugar en 2021. Además, el gran número que se menciona, por ejemplo, el plan de EUR 750.000 millones en Europa, probablemente terminará en su mayoría en la reserva de los bancos comerciales cuentas en el BCE en lugar de llegar a la economía real.
¿Y qué pasa con el transporte marítimo? Hasta ahora – y excepto por el gran problema de los cambios de la tripulación- la navegación no se ha visto afectada negativamente, ya que es el componente de servicios de la economía el que ha recibido la mayor parte del golpe. Es poco probable que esto cambie en 2021.
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Fuente: Mundo Marítimo