Ola de Ómicron
A medida que se acerca el feriado del Año Nuevo Lunar (martes 1 de febrero) que marca el fin de la temporada alta de transporte de contenedores en las rutas del hemisferio norte, la preocupación en torno al flujo de la carga en los puertos de China se acrecienta mientras que de forma simultánea una ola de brotes de COVID-19 amenaza al sistema logístico y portuario con potenciales cierres en el marco de la política china «Covid Cero». En los puertos de Ningbo, Xian y Macao, afortunadamente se están suavizando las restricciones, mientras que en Beijing se están endureciendo. Sin embargo, ahora las miradas se dirigen a lo que suceda en el terminal de contenedores de Yantian. Hutchison Ports dio a conocer que a partir del 21 de enero que la Terminal Internacional de Contenedores de Yantian- una de las grandes partes de la región de Shenzhen que es el tercer puerto de contenedores más concurrido de China- comenzaría a limitar la llegada de contenedores de exportación dada la congestión en sus patios. Por ello, sólo recibirá contenedores llenos para la exportación con un tiempo estimado de antelación al atraque del buque de 4 días (la norma anterior era de 7 días). Los buques programados para llegar a Yantian sufrieron un retraso medio de más de 170 horas, con un ratio de puntualidad inferior al 20%. «El número de arribos de buques (principalmente en servicio de EE.UU. y la UE) ha descendido bruscamente en más de un 40%», alcanzando el registro más bajo desde septiembre, informan desde el terminal. Es probable que la congestión de los puertos y las vacaciones ralenticen aún más los envíos de bienes a EE.UU. y a otros países, lo que aumentará las presiones inflacionarias ya elevadas. El precio de las importaciones estadounidenses procedentes de China se situó en diciembre de 2021 en el nivel más alto en más de seis años. Se espera que las tarifas spot e incluso las de contrato continúen en sus niveles altos históricos durante todo el primer cuatrimestre.
En EE. UU. el tráfico portuario rastreado por Bloomberg muestra que la congestión de contenedores continúa irritando la cadena de suministro desde Charleston, Carolina del Sur, hasta la costa oeste. El recuento de barcos que hacen cola para las puertas de entrada vecinas de Los Ángeles y Long Beach, California, continuó extendiéndose hacia aguas mexicanas, con un total de 111 barcos la semana pasada, casi el doble de la cantidad de julio. Según Nathan Sheets, ex subsecretario del Tesoro de EE. UU. para asuntos internacionales, si bien las tensiones pueden disminuir en los próximos meses, «es probable que estas presiones en la cadena de suministro estén presentes hasta fines de 2022 y, probablemente, también en 2023″. La variante Ómicron amenaza con atascar los engranajes de la economía, intensificando los ya graves problemas de la cadena de suministro. La administración de Biden está monitoreando datos en tiempo real obtenidos de empresas que operan en China para determinar si los brotes de Ómicron allí representan un riesgo para las cadenas de suministro de EE. UU.
En Europa, las operaciones de los trenes de carga China-Europa no se ven afectadas por un nuevo grupo de casos de COVID-19 en el puerto de Horgos en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang, noroeste de China, dijo un funcionario de la Aduana de esa ciudad. El brote no ha afectado el transporte por carretera o ferrocarril a través del puerto de Horgos y los trenes de carga China-Europa funcionan normalmente sin congestión. La ciudad ha implementado medidas de cierre en los lugares de vida y trabajo de los casos confirmados y asintomáticos. Las operaciones ferroviarias a través del tren China-Europa se mantienen fluidas y estables. El tiempo de viaje a Europa es de unos 25-30 días. Es difícil conseguir espacio en los trenes debido a la creciente demanda, ya que el tren de carga China-Europa es un canal logístico internacional estable y eficiente en medio de la pandemia. Se debe reservar con 10 días de anticipación al menos. Por otro lado, la falta de camioneros en el Reino Unido mantiene herida a la economía del país. Aunque las largas colas en las gasolineras y las estanterías vacías se han reducido después de semanas de crisis aguda, la situación está lejos de resolverse por completo. El origen del problema: el desplome de casi una cuarta parte en el total de camioneros en el país, por una mezcla de la pandemia y el Brexit. Una situación que la fuerte subida de los salarios de los últimos meses no ha logrado resolver. Un 34,7% de los conductores comunitarios que vivían en la isla cruzaron el Canal de la Mancha para volverse al continente. En total, 13.000 de los 39.000 que trabajaban allí. La edad media de los camioneros ha subido tres años, de 47,9 a 50,8, lo que indica que no hay una renovación generacional. Y todo eso pese a la subida de los ingresos: el pago medio por hora trabajada, en bruto, subió un 7,8%, superando a la inflación acumulada de estos dos años. Y la asociación indica que los datos preliminares del tercer trimestre apuntan a que el aumento se ha acelerado y ya supera el 10%. La gran duda es si esta será la»nueva normalidad» hasta que todos los camiones que se han quedado vacíos vuelvan a tener conductor.
Mientras tanto en Chile, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia informó sobre la reapertura del paso de frontera Chungará-Tambo Quemado, el viernes 21 de enero. El mismo había sido cerrado debido a la alta positividad de casos de COVID-19 de varios de los funcionarios del complejo fronterizo chileno. Debido a la pandemia, el aforo en la frontera se ha ido reduciendo también debido a los contagios en los transportistas nacionales. “Se han realizado pruebas a los funcionarios chilenos existiendo nueve casos positivos de COVID-19, algunos funcionarios de aduanas, inclusive los propios médicos y personal de la Policía del lugar. La falta de personal de Chile ha motivado el cierre de la frontera”, explicó el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco. “Se ha reducido el aforo en el complejo debido a la alta positividad de COVID-19, no solo con nuestra frontera sino también en otros puntos fronterizos que tiene Chile con otros países debido a la situación de la pandemia en la región”, señaló la autoridad. Desde el Viceministerio de Comercio Exterior informaron que son 250 las unidades de transporte que están esperando turno para ingreso desde el Km 0 hasta Tambo Quemado. En tanto, desde Tambo Quemado a la Laguna existen 500 unidades; y un total de 750 unidades que ya se encontrarían en proceso de ingreso, tras la reapertura del paso. El Gobierno boliviano propuso a Chile que se realice una sola prueba PCR que detecta la covid-19 en el laboratorio estatal de Bolivia a los camioneros, para acelerar el flujo del transporte pesado que está varado en la frontera entre ambos países.
Concluyendo, los puertos de todo el mundo siguen lidiando con la congestión a medida que la pandemia se adentra en su tercer año, lo que aumenta la presión sobre las cadenas de suministro afectadas por la escasez de trabajadores a medida que se extiende la variante Ómicron. Cuenten con nosotros para acompañarlos y encontrar soluciones para sus embarques en este contexto.
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