Los costos asumidos por las navieras para proporcionar sus servicios a precios estables están subiendo rápidamente y parecen estar “fuera de control”
En el pasado, hubo períodos en que los cambios en el costo no dieron lugar a cambios inmediatos en las tarifas de flete, a menudo debido a presiones por el exceso de capacidad. Sin embargo, durante el período 2015-2017, la mayoría de las veces, los costos y las tarifas se movieron en la misma dirección. Esta alineación general de tendencias se detuvo a fines de 2017.
Los precios del bunkering han subido alrededor de un 40% en el año hasta el segundo trimentre del 2018, hecho que ha sido utilizado como argumento por las navieras para justificar los nuevos recargos de emergencia por el precio del bunkering.
De manera similar, las navieras que operan buques charteados están pagando costos de alquiler diarios que también han aumentado en aproximadamente un 40% en el año hasta el primer trimestre del 2018.
Para Drewry, el nivel actual de desconexión entre costos y tarifas es tan grande que es poco probable que continúe mucho más tiempo. La consultora pronostica que las tarifas de fletes comenzarán a subir nuevamente en la segunda mitad de 2018, ya que la capacidad de los buques se moderará y la llegada de la temporada alta a partir de julio también debería desencadenar aumentos estacionales en las tarifas spot, como ocurre en la mayoría de los años.
Por el lado de los costos, Drewry pronostica que los precios del bunkering bajarán un poco a partir del cuarto trimestre del 2018. En tanto, MSC ha señalado que planea terminar los servicios que causan pérdidas y reducir la velocidad de los buques para aminorar sus costos y mejorar la confiabilidad de sus itinerarios.
Estos cambios probablemente signifiquen tarifas de flete menos favorables para los expedidores y tiempos de tránsito más largos en algunas rutas, pero costos más estables y mayores ingresos para las navieras.