2022: retrasos y altos costos
Ciudades como Ningbo, Dalian, Tianjin y Shanghái, en torno a grandes puertos de China, siguen ejecutando cuarentenas que involucran a millones de personas, testeos igualmente masivos y cierres de fábrica bajo la política de «Cero COVID». En Tianjin, a pesar de que el puerto está abierto, hay un impacto en la cadena de suministro que se refleja en la suspensión de la recogida de contenedores de importación, la reducción de las horas de ingreso y la restricción de las entregas de camiones. China ha recorrido un largo camino desde los días de cierre del puerto de Yantian, el gobierno tiene su guión definido ante el COVID, el cual incluye la titánica realización, si es necesario, de pruebas a 13 millones de personas, incluso a ciudades enteras. Según los analistas se puede seguir esperando que el gobierno siga siendo estricto, especialmente cerca de Beijing hasta después de que terminen los Juegos Olímpicos de Invierno. De cara a este año, el comercio se enfrenta a una creciente incertidumbre, inestabilidad y desequilibrio. A medida que otros mercados se enfrentan a la reducción de la producción a la luz del aumento de los casos [Ómicron], los fabricantes chinos probablemente puedan mantener su cuota de mercado global. La economía china se enfrenta a una triple presión, que incluye la contracción de la demanda, las perturbaciones de la oferta y el debilitamiento de las expectativas.
Mientras tanto en EE UU, los puertos de Los Ángeles y Long Beach han visto una disminución combinada del 55% en la carga con sobreestadía en los muelles desde que se anunció el 25 de octubre el programa de cobrar una tasa de sobreestadía a los contenedores. La aplicación de la tasa ha sido pospuesta por ambos puertos desde el inicio del programa y se volverá a revisar el 21 de enero. Por otro lado, el 14 de enero ambos puertos solo contaban con la mitad de las cuadrillas necesarias para trabajar un buque. Aproximadamente 1/3 de la comunidad de drayage está enferma de COVID en el sur de California, donde la situación es mucho peor de lo que nadie puede imaginar. Unas 1200 pruebas positivas regresaron de los puertos a lo largo de la costa oeste del 1 al 10 de enero, dijo Jim McKenna, director ejecutivo de la Asociación Marítima del Pacífico, que supervisa las contrataciones. Alrededor del 80% han estado en el sur de California. Se están siguiendo los protocolos de seguridad, pero que la variante se está poniendo al día con todos los trabajadores de todas las industrias. Además los costos siguen altos, por ejemplo enviar un contenedor estándar desde China a la costa oeste de EE. UU. sigue siendo más del triple de lo que era hace un año y se espera que permanezca elevado durante la primera mitad del año.
En nuestro país, Chile, durante los últimos días han debido permanecer a la gira cuatro buques sin poder recalar, debido a presentar al menos un caso de contagio de COVID-19, lo que ha provocado que no puedan realizar las operaciones de descarga y carga correspondientes. Ante esta situación la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), expresó su profunda preocupación y afirmó que puede tener una grave repercusión en la movilización, tanto de la carga de importación, como de exportación. «Dada la relevancia y gran repercusión que puede producir este tipo de situación, hacemos un llamado a las autoridades correspondientes, especialmente las marítimas y sanitarias, para que logren, a la mayor brevedad, acordar un protocolo destinado a manejar adecuadamente esta situación que permita implementar normativas de aislamiento de las personas contagiadas, realizar la respectiva sanitización del barco y cualquier otra medida que asegure la realización normal de las funciones, tanto del personal de la marina nacional, como de los trabajadores portuarios en general”, expresó la Asoex.
En otro orden de cosas, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) publicó datos sobre los mercados mundiales de carga aérea que muestran un crecimiento más lento en noviembre de 2021. Las interrupciones en la cadena de suministro y las limitaciones de capacidad afectaron a la demanda, a pesar de que las condiciones económicas siguen siendo favorables para el sector. La escasez de mano de obra, debida en parte a que los empleados están en cuarentena, la insuficiencia de espacio de almacenamiento en algunos aeropuertos y los retrasos en el procesamiento, agravados por las prisas de fin de año, crearon interrupciones en la cadena de suministro.
En conclusión, la interrupción de la cadena de suministro y la inestabilidad del mercado siguen siendo altas, ya que la variante Ómicron se ha extendido rápidamente especialmente en China, en áreas como Tianjin y Shenzhen. Los expedidores que tratan de evitar la congestión en el puerto de Ningbo cambiando a puertos alternativos, como el de Shanghái, sólo han aumentado los cuellos de botella y la presión en otros puertos. Tengan en cuenta además que se aproximan los feriados del Año Nuevo Chino. ¡Cuenten con nosotros para asesorarlos!
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